¿Dónde estabas ese día?

24 de marzo de 2009
Ayer compramos el periódico, en una nota los priistas anunciaban el magno evento en conmemoración de aquel día, proyectarían en vivo el último discurso de "nuestro candidato". Vivo en una de las entradas a Lomas Taurinas, era inevitable ver pasar los restos de la marea roja, el trajinar de los camiones con los acarreados. Me paré y tomé una foto.
La curiosidad mató al gato. Bajamos: camiones, camionetones polarizados (somebody call Ramos please!), una fila enorme en donde, supongo, regalaban algo. Otra fila en una carpa donde doctores daban consulta. Morros jugando fútbol en una cancha que, las pocas veces que he bajado, veo vacía, porras, la pachanga.
- Mira, tómate la presión.
- ¿Para qué?
Intervino un doctor.
- Es la toma de la presión o un examen rectal.
Me muestra su mano, tiene los dedos gruesos. Así acostumbran tratar a los pacientes los del seguro, pienso.
Distingo al líder municipal del PRI, a Eligio Valencia, a algunos periodistas. La alta y la baja, sillas, ofrendas florales, cárteles de "nuestro candidato" con sus pensamientos, alta e indígenas, otros trajeados o con chamarras de cuero y campesinos... se siente el PRI, se siente. También hay jóvenes, morrit@s, alguno que otro cholo, de todo.
Caigo en cuenta de que tienen una biblioteca municipal con el nombre de Diana Laura Rojas viuda de.... la bandera a media asta. Hay una multitud, pero no son tantos. Mil, dos mil... "!Ensenada!, !Ensenada!", "!Rosarito!, !Rosarito!".
Empiezan los oradores. Yo busco un sitio para tomar fotos.
¿Ya les dije que en varias bardas de la colonia aún permanece pintada la propaganda electoral del 94? siempre que me asomo por el cuarto veo su nombre. En el 94 yo estaba con la profe Chonita preparándome para un concurso de oratoria. Me llevó al Instituto México mientras decía que eso que había pasado era una desgracia. Al otro día todos los discursos tocaron el tema. En algunas casas había moños negros o cárteles que decían "México repudia la violencia". El sábado trabajé en un consultorio. Una paciente dijo que ya hasta lo veía guapo.
¿De verdad México iba a cambiar? Una alumna ha escrito en un ensayo que las derrotas son minimizadas en las historias oficiales. Yo le repliqué con derrotas mexicanas que se convierten en efeméride y orgullo nacional. La Conquista, la guerra México-USA, la muerte de Zapata... me faltó Colosio.
Mientras me revisan la presión el orador lanza la tercera llamada. Me buscó un lugar para las fotos. No lo encuentro, no el mejor. El líder municipal del PRI llena de elogios al ausente, transmiten una llamada de su padre, desde Magdalena. Julio César Chávez no llamó.
Y empieza el video. Primero la biografía. Colosio era un chico esforzado, trabajaba y estudiaba, era el mejor, ganó becas, viajes. Colosio era un excelente ser humano, se casó, tuvo hijos. El mejor padre, el mejor esposo. Entró al PRI, era el mejor, logró puestos, fue "el Secretario", la mejor opción, el candidato.
Luego, fragmentos de sus discursos... el de aceptación, el de las giras, Baja California... el mítico discurso, "El México que yo veo..."
Me quedé debajo de la bandera. Los periodistas apeñuscados en una estructura. El público ve, escucha, disciplinado... Dos señoras platican atrás de mí.
- Siempre me acuerdo.
- ¡Qué tristeza!
- ¿Estaban aquí ese día?
- Vivimos aquí.
- Somos de aquí señor.
Una habla más. Están tristes, apenadas. La gente de aquí, los locales, se asoman desde las ventanas de las casas, de las puertas de los negocios, de media calle. La plaza, las veces que he bajado, está casi siempre vacía. El swapmeet de los domingos se pone en la calle, no en la plaza.
En Lomas hay de todo, trabajadores de maquila, indígenas chiapanecos y mixtecos, una que otra reminiscencia de cholo, emos o punkillos, quién sabe, gente del "sur", como todos. Justo enfrente de mi casa viven unas señoras de La Piedad, Michoacán. La doña de las quesadillas es de Guerrero, siempre me cuenta de allá, de las Playas, de su tierra. En el Calimax Altabrisa trabaja un señor acomodando carritos, su hija, que estudia la primaria, empaca la mercancía de los clientes. Apenas alcanza el mostrador, pero anda en chinga, ganándose unos pesos. También hay loquitos, como en todos lados. Las patrullas pasan a cada rato, llenas de gente. Atrás de las patrullas vienen los familiares a sacar a sus detenidos. A mí, Lomas Taurinas me recuerda Guanajuato. En las guías turísticas dicen que los trabajadores vivían en las laderas, que fueron adaptándose al terreno y construyendo hasta lograr esta imagen pintoresca que recorren los turistas, alguna vez fue feo. Lomas T. no es feo, pero tampoco es Lomas de Agua Caliente. Tiene mala fama, se la deben a Aburto. Es inevitable el chiste: Pon la culebra, o la referencia, "¿donde mataron a....?"
-¿Siempre viene tanta gente?
- No, no siempre
2009 es año electoral. El año del PRI según Looserito, Peña Nieto y Manlio. ¿Miedo?
Colosio menciona Lomas Taurinas, pasan las imágenes, gritos.
- No había todo esto. Él estaba parado ahí donde está su estatua... no, atrasito, ahí donde se ve esa lámpara. Mire, ahí ya se está bajando.
- Lo mataron ahí donde pusieron esas lámparas.
Arriba, un cable de luz ¿será el de los videos que dieron la vuelta al mundo, el de las especulaciones periodísticas? Se acabó el video. Me despido de las señoras. Están tristes, de luto.
. Hablan los mandamases priistas, aplausos... piden cantar el himno. Repartieron carteles de Colosio, los que tienen uno lo levantan, como si fuera un santo, como si le fueran a echar agua bendita. Sueltan globos blancos... también palomas blancas. Ustedes saben, las palomas, sobre todo las blancas, siempre la cagan: se regresan, golpean la cara del papa, se esconden en los árboles.
En esta colonia, me contó una señora que ahora vive en Módulos, había un río muy bonito. Se subían trepando hasta la carretera que va para el aeropuerto. De río sólo queda un canal pestilente en que arroja sus desechos el aeropuerto.
Mientras, una escolta de secundaria sube a hacer guardia a la estatua... alguien dejó el micrófono abierto, se oyen risas adolescentes.
- ¡Se regresaron las palomas!
Mientras los mandamases hacen la guardia de honor la gente se regresa a los camiones. Hay que regresar aprisa... el viaje es hasta Ensenada... el evento no duró más de media hora. Algunos camiones bajaron hasta Lomas... Otros tendrán que subir a pie. La chinga no era la bajada, ora a ver como suben.
- No pasaron el balazo.
- Pues claro, ¿qué esperabas?
De a poco Lomas queda como siempre. Una colonia cualquiera de Tijuana con un muerto célebre. El año pasado entreviste en casa a una amiga, contó que su papá la llevó a ver a dónde habían matado a Colosio. Le pregunté donde era... no pudo ubicarla, estábamos ahí, a doscientos metros. Yo tampoco sabía dónde estaban, y eso que trabajé varios años por aquí. Apenas cuando renté por el rumbo me enteré.
Se acabó. El PRI de antaño ha mostrado su músculo... ¿miedo?








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